La noche sucedió
bajo mis pies desnudos
desprendiendo tibieza al andar.
Sucedió también la música
con acordes distintos,
diferentes y nuevos
en el curso de la vida.
Sucedió el futuro
el que no predije,
mientras lo soñaba.
Sucedió mi voz
cautiva del silencio
ante la imaginación.
Lo que va a suceder
entre tu borde y el mío
no lo diré.

Olga Maria Sain
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