Un campo de flores bellas, todas silvestres
Una muestra de la maravilla de la vida en sí misma.
Un campo de raíces fuertes y bellos coloridos,
donde los sentidos se abren sin querer,
donde oler el cielo entero y beber el aire despacito.
Un campo de silencios bajos y sueños altos
Donde volver a encontrarme con un te quiero
que no necesita motivos ni razones.
Un campo de maravillas porque sí.

Como ellas que brotan y esbeltas se sostienen
sólo para quien necesite mirarlas.
O solo lo desee.
No todo es cosecha de una siembra.
A veces la vida entrega sin haber pedido nada a cambio.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



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