Cada noche mientras apago las luces te digo hasta mañana.
Cada día voy encendiendo la vida, repitiendo tu nombre.
Y entre el día y la noche,
hago un derroche del sentimiento que me acompaña y me sostiene,
deseando pensarte lo suficientemente fuerte como para alcanzarte.

Y que lo sientas.

Olga Maria Sain
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