Hay cosas en la vida que no se explican.
Hay un tipo de comunicación que no
necesita palabras,
una percepción muda pero intensa del otro.
Hay pensamientos y sensaciones que se encuentran
y se reconocen en una dimensión
que va más allá de la expresión.
Como un presagio, una corazonada, un encanto.

Olga Maria Sain
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