Te diré qué me gustaría.
Un lugar chiquito, profundo, con vista al mar,
que tenga calor en invierno. Y brisa en verano.
Un lugar sereno, contenedor, esos en los que uno se siente parte.
Que huela a lavanda y a beso.
Esos en los que uno, en libertad, quiere estar preso.
Que me ocupe, ocupándolo.
Uno que colme mis propios espacios.
Que me haga sentir querida.
Uno en los que pueda soltar todos los miedos.
Que exclame te quiero, para mí, cuando me vea llegar.
Esos que son realidad vestido de sueños.
En verdad lo que quiero es un lugar donde quedarme quieta
sintiendo que me mece y me cuida.
Un lugar en tu vida, en tu cuerpo, en tu mente.
Un lugar en tu desvelo.
En tu sonrisa cuando estés despierto o dormido.
En el latido de tu pecho.
En tu presente.
En tus momentos.
Eso quiero.
Un lugar en ti.
Donde ser dos no sea una quimera.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
que tenga calor en invierno. Y brisa en verano.
Un lugar sereno, contenedor, esos en los que uno se siente parte.
Que huela a lavanda y a beso.
Esos en los que uno, en libertad, quiere estar preso.
Que me ocupe, ocupándolo.
Uno que colme mis propios espacios.
Que me haga sentir querida.
Uno en los que pueda soltar todos los miedos.
Que exclame te quiero, para mí, cuando me vea llegar.
Esos que son realidad vestido de sueños.
En verdad lo que quiero es un lugar donde quedarme quieta
sintiendo que me mece y me cuida.
Un lugar en tu vida, en tu cuerpo, en tu mente.
Un lugar en tu desvelo.
En tu sonrisa cuando estés despierto o dormido.
En el latido de tu pecho.
En tu presente.
En tus momentos.
Eso quiero.
Un lugar en ti.
Donde ser dos no sea una quimera.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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