Estás en mi alma, en el aire, en los colores
del cielo en la mañana,
en las palabras distraídas de alguien que pasa,
en las canciones en las que levanto el volumen,
en las vocablos que digo, en los que callo.
Eres como un regalo,
como una sorpresa llena de sorpresas;
de esas que hacen sonrojar las mejillas,
iluminar los ojos y luego el corazón.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



Comentarios