Ya no te recuerdo.
No recuerdo tus ojos yendo de los míos a los pies,
ni tus manos acariciando las mías,
ni tu voz cantándole a mi alma.
No te recuerdo, te olvidé.
Aún así temo cruzarme con tu mirada en algún sitio.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



Comentarios