Si pudiésemos comprender hasta dónde va el andén
de este cielo infinito...
Si pudiésemos saber de antemano hacia dónde el destino
va sumándonos a sus redes...
Si pudiésemos elegir el modo, la conveniencia,
hacernos ciencia en el arte del prever.

Tal vez no lo elegiríamos.

Es la manera de sentirnos ante la vida lo que hace que sea hermosa
y a nosotros artífices de nuestro camino, de nuestro destino.
Sabemos que habrá dudas, manifiestos, sentencias que afrontar,
juicios que establecer y debates por doquier.
Encontraremos en ellos la belleza de enfrentarnos
a lo que fuimos y a lo que vamos siendo.
Ese deleite de colores nuevos
sin alcanzar a saber cuándo un matiz distinto nos pintará recién frescos,
poniéndonos el cartel de cuidado.
No por mancharnos, sino para no olvidarnos que estamos otra vez
maravillosamente, nosotros mismos, de estreno.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



Comentarios