Que una misma lluvia
nos moje
nos empape
nos extienda.

Que en algún punto
nos sorprenda de distancia
y con deseos nos encuentre.

Que esta misma lluvia
que te alcanza
me atrape,
me conmueva,
me vulnere.
Y sea para los dos misma agua
mismas ansias, mismo temple
al saberla tocándonos en el instante
en que la ropa se pega a nuestra piel
y el sentimiento nos viste de desnudez.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



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