Me enamoré de tu esencia,
del esplendor de tus ojos,
de tu candor, de tu alegría.
De tu sinceridad, de tus palabras llanas.
Ahora también amo tu llanto,
tu miedo a vivir y el temor de no hacerlo.
En ti me encuentro, en ti soy
y contra todos los temores te ayudaré,
porque mi felicidad se encuentra
en el brillo de tu mirada.
En la fuerza que tienes y aún no sabes.
Esa que te hace hombre.

Olga Maria Sain
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