Cuando no estás el aire no existe,
tu memoria tiembla secretamente en mi
es entonces
que la sombra se extiende como un manto
envolviendo la nada circundante.
La noche se vuelve feroz,
acucia su espesa negrura
la palidez de la quietud.
Vago habitando la tierra,
soy ángel olvidado en un cielo de nadie
y los pájaros caen muertos a mis pies,
asesinados por un presagio repentino
pues la falta de amor es dolor que lacera
las almas, los rostros,
y todo lo que vive lentamente fenece
como las letras de tu nombre
que se pierden
irremediablemente.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
que la sombra se extiende como un manto
envolviendo la nada circundante.
La noche se vuelve feroz,
acucia su espesa negrura
la palidez de la quietud.
Vago habitando la tierra,
soy ángel olvidado en un cielo de nadie
y los pájaros caen muertos a mis pies,
asesinados por un presagio repentino
pues la falta de amor es dolor que lacera
las almas, los rostros,
y todo lo que vive lentamente fenece
como las letras de tu nombre
que se pierden
irremediablemente.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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