Deja a tu pensamiento volar feliz como las aves,
allí donde cortan el azul del cielo inmaculado,
plumas colmarán el bosque de alegría.
Deja que el pensamiento sin destino cruce mares y montañas:
Besar la espuma de las blancas olas que se sacuden y se elevan,
beber la savia de los jazmines silvestres, de las amapolas...
Abre la clausura que te mantiene cautivo
como a un tierno canario loco en el espacio.
Te soltarás a la luz, a la belleza trascendente de las cosas intangibles.
Rompe la rutina de este triste tedio, no vivas fuera de la vida.
¡Canta! ¡Sueña! ¡Baila !
Eleva tu pensamiento más allá de las nubes...

Olga Maria Sain
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