Quería tener una noche de amor contigo,
tocarte, olerte, sentir tu cuerpo junto al mío.
Mi manos abiertas acariciando tus espaldas,
mi cuerpo arqueado al contacto con el tuyo.
Tenía deseos de sentir tu respiración,
escuchar tus confidencias,
tus risas, tus palabras murmuradas,
tus atenciones, caricias y besos.
Tenía deseos de susurrarte al oído cuánto me atraías.
De besarte. Siempre.
Ganas de quedarme en la cama contigo,
y después de sudar, comer frutas y reírnos del mundo.
Quería dejarme ir totalmente con mi sentir,
sin medir las palabras, los gestos, las acciones.
Sin tener que censurarme, ni retener mis anhelos.
Libre de ser y hacer lo que anhelaba.

Y en sueños lo logré.

Olga Maria Sain
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