Necesito adornarme
más allá de la desnudez de las palabras.
Ser transparencia,
silencio,
muerte que late,
cuna y sepulcro,
exilio de otro exilio.
Nacida sobre un páramo sin latido,
lleno de brazos que esperaban
se desdobló la luz en mi cuerpo
y tal vez
mi presencia
quiso diluirse en su débil reflejo.
Necesito adornarme
arrojando laureles, colores, mariposas
sobre el hueco de un diamante que me ignora.

Olga Maria Sain
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