Como ola encrespada llegaré a tu orilla,
a ti, náufrago de la noche, hacedor de la luz.
Tus manos dardos de sal besan mi boca
deseosa de descender hacia tu abismo
y poder respirar el aroma desconocido
que incita a dejarse morir en un instante.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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