Déjame desanudar de tus nubes el desconsuelo,
acunarte mientras le robas tiempo al desvelo.
Alcanzarte con mis caricias, llegar a tus oídos,
serenar tus ansias y la decepción,
decirte que mañana todo será mejor.
Déjame acompañar tus pasos
por el largo brazo del sentir quebrado
y la esperanza dormida.
Y mostrarte que hay algunos quizás
que se desvelan conmigo y contigo
en esta falta de rima musitada por el corazón.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados





Comentarios