Aman las habitaciones sombreadas,
los papeles desgastados, las grietas del techo,
las moscas sobre la almohada.
Llega la tentación de prolongarme y no ser sorprendida...
No hagas caso de las sábanas sucias
ni a los resortes oxidados mientras te pones cómodo.
La habitación es un cine oscuro
donde se proyecta una película pixelada en blanco y negro.
Una imagen borrosa de cuerpos desnudos
en el momento de la dulce indolencia que sigue al amor,
cuando el más malvado de los corazones llega a creer
que la felicidad puede durar para siempre.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
las moscas sobre la almohada.
Llega la tentación de prolongarme y no ser sorprendida...
No hagas caso de las sábanas sucias
ni a los resortes oxidados mientras te pones cómodo.
La habitación es un cine oscuro
donde se proyecta una película pixelada en blanco y negro.
Una imagen borrosa de cuerpos desnudos
en el momento de la dulce indolencia que sigue al amor,
cuando el más malvado de los corazones llega a creer
que la felicidad puede durar para siempre.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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