El hecho es que yo a la vida la llevo.
A veces es uno de esos abrigos pesados
que hacen torpes los movimientos.
En otras ocasiones es un lindo vestido bordado
por pequeñas alegrías como gemas azules.
Y otras es un velo delgado que danza ligero
en el viento de primavera.

Olga Maria Sain
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