Inútil preguntarse qué lago protegido por garzas
}se encuentra al otro lado del valle
o añorar los cánticos del bosque
que aún no había cruzado.
Inútil preguntarse a dónde
se podía ir por distintas calles,
esas que llevaban seguro a otra parte,
ya que está solo aquí, en este ahora,
mi verdadero destino.
Es dulce el cielo de la fría noche
y todos los pasos de la vida me
llevan
a
casa.

Olga Maria Sain
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